Título: “Donde Nace el Dominicano”
Autor: Julia Virginia
Dimensiones:
Díptico de 1.27 metros x 2.032 metros. (Cada panel de 1.27 metros x 1.016 metros.).
Categoría: Pintura
Técnica: Acrílico sobre lienzo
Materiales: Pintura acrílica y carboncillo sobre lienzo (canvas)
Fecha: 2025
DESCRIPCION CONCEPTUAL DE LA OBRA
Este díptico titulado “Donde Nace el Dominicano” explora el origen simbólico y espiritual del ser dominicano como un cuerpo cultural en constante creación. A través de dos paneles interconectados, en una lectura de derecha a izquierda, la obra nos conduce desde lo ancestral y mítico de la raíz taína. Pasando por el trauma y heridas de la colonización con la representación de figuras afrodescendientes, hasta la afirmación luminosa de una identidad mestiza, resiliente, espiritual y profundamente caribeña. Los peces circundan la escena como fuerzas custodias de la naturaleza. Cada figura representa un estadio del alma nacional, enraizada en la tierra y el mar, marcada por la historia, y elevada por la fuerza de los espíritus ancestrales y del espíritu colectivo.
Paneles:
Panel 1 - derecho: “Raíz Ancestral”
Una figura taína en color azul representando la feminidad, emerge unida a la tierra y al mar en las raíces de un pez-ceiba sagrado con ojos de sol y luna, que la soñó antes de nacer y símbolos indígenas, evocando mitos de origen taíno. El equilibrio entre el día y la noche para la creación del mundo. Sus manos, antes atadas, se liberan de las cadenas. En su cara, la espiral como símbolo del ciclo de la vida, el cosmos y la conexión con el agua. De la boca del pez-ceiba emerge una figura sobre canoa que se funde con el ojo cósmico de Atabey, diosa madre de la fertilidad y las aguas. Una mata de plátano representa a Yocahú, dios supremo de la agricultura y la protección para los taínos. El rojo del sufrimiento de la esclavitud, de la sangre derramada a través de nuestra convulsa historia, rodea la escena. El rosa simboliza la unión entre el mundo físico y el espiritual, pasión y trascendencia. Figuras africanas, símbolos de resistencia y memoria. Este panel representa la colonización y la lucha por la identidad.
Panel 2 – izquierdo: “El Ser que emerge”
Una figura mestiza se eleva desde la tierra húmeda, llena de luz y rodeada del azul del mar, presente y herencia. Con el sol en la misma trayectoria de su mirada, abre sus brazos como rayos protectores, como afirmación de lo que somos: un pueblo nacido del agua y la tierra, del duelo y la esperanza, pero también del canto del tambor que late como corazón abierto en su pecho, el cual asume la cruz de la colonización. Este panel es la representación del dominicano como ser vivo, fuerte y espiritual.
Este díptico representa un pasado abierto, un ciclo en permanente movimiento: el dominicano como cuerpo en construcción constante, que se forja en la lucha, pero también en la memoria viva de sus ancestros.



